Ha pasado más de un año, y cada que apareces en mi retorcido cerebro asfixiado por el dolor físico que siento en este momento, sigo buscando respuestas a mis actitudes contigo, a mis ideas del mundo de la ilusión a tu lado, al por qué hice todo maravillosamente perfecto para tener una vida maravillosamente perfecta en ese mundo en el que existíamos solo tú y yo, mientras que toda tu vida me estaba destruyendo.
Por más que creí que todo eso era felicidad, nunca logré nada parecido a mi meta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario